Agronomía / medicamento

Marca
GAMAM
Nombre Agro-homeopático
Abies Cannadiensis
Formulación
Contenido: Abies Cannadiensis
Presentación
Frasco pet ámbar de 500ml, 1 litro.
Tsuga Cannadiensis, Tsuga del Canadá o Tsuga oriental es una especie arbórea perteneciente a las coníferas Pinophyta, nativa del este del América del Norte.
También es conocido como abeto oriental o tuya del Canadá, y en el francés canadiense, Pruche du canada.
Habita desde el noreste de Minnesota hasta el este de Quebec, y desde el sur de Nueva escocia, hasta el sur de los Montes Apalaches y la zona norte de Georgia y Alabama. Algunas poblaciones dispersas atípicas ocurren en varias áreas del este y oeste de los Apalaches.
Es el árbol estatal de Pensilvania.
Lateralidad derecha.
La planta parece requerir de una gran cantidad de nutrientes, aunque el tropismo vascular del medicamento hace que los vasos capilares dejen de funcionar como debieran.
Plantas que secretan liquido pegajoso y húmedo (colapso capilar con estancamiento de savia, que puede llegar a la parálisis).
Se puede usar en la asimilación de nutrientes, especialmente cuando la planta está muy ávida por comer y no prospera.
1.- Oídios:
Llamado popularmente blanquilla o cenicilla es el nombre de una enfermedad criptogámica de las plantas. Está producida por varios géneros de hongos ectoparásitos de la familia de las erisifáceas, que atacan principalmente hojas y tallos jóvenes.
El oídio es un hongo cuya presencia es habitual en las plantas. Suele aparecer en primavera, aunque en determinados climas puede extenderse hasta el verano e, incluso el otoño.
Esta enfermedad fúngica aparece cubriendo las hojas, frutos, ramas y brotes de las plantas con una pátina blanca que recuerda a la ceniza. Cuando ataca de un modo fuerte a las hojas se ponen amarillas y después se secan. El hongo logra dispersarse por la plantación gracias al viento, pudiendo alcanzar a un gran número de plantas.
El oídio crece en las hojas de las plantas y afecta al rendimiento ya que reduce la capacidad fotosintética de la planta, hasta llegar a dejarla completamente sin luz y, por lo tanto, matarla. El oídio puede afectar a plantas ornamentales, como rosales, crisantemos y begonias; pero también a frutales (especialmente a los melocotoneros, manzanos, ciruelo y albaricoqueros) pero también a cultivos de huerto como las cucurbitáceas (pepinos, sandías y melones), fresas y tomates. También es frecuente en las viñas.
El desarrollo de la enfermedad del Oídio, como en el caso de otros hongos aparece por: Humedades relativas entre 40-80%, no obstante, crece más rápidamente a más alta. Temperaturas templadas entre 17 y 28 grados, a más de 40ºC detiene su crecimiento
Los síntomas del oídio, bastante similares en todas las combinaciones de planta-patógeno, Los síntomas son colonias blancas y algodonosas, sobre todo en el haz de las hojas. En caso de una epidemia grave en cereales, las espigas también pueden resultar afectadas.
El oídio de la uva se desarrolla en ambientes cálidos y húmedos e infecta tejidos de plantas más jóvenes como frutas, hojas y tallos y brotes verdes. El agua libre puede interrumpir las conidias y solo requiere un microclima húmedo para la infección.
El oídium, la primera plaga criptogámica de la viña es originaria de Norte América y recibe el nombre de Oídium tuckerii por el jardinero Mr. Tucker que fue el primero en notar su presencia en Londres en 1845
Prevención del oídio, cómo actuar para que no afecte a tus cultivos.
Como en la mayoría de las enfermedades, la mejor forma de prevenir el oídio es tener plantas sanas y fuertes. De esta forma, ellas mismas serán capaces de defenderse de los posibles focos de enfermedad.
Para que esto sea posible, la planta debe estar nutrida correctamente. En este sentido el suelo juega un papel protagonista. Si tienes un suelo fértil, vivo y con alto contenido de materia orgánica, las plantas crecerán sanas y fuertes; de modo que serán menos susceptibles a las enfermedades y plagas.
En resumidas cuentas, la mejor forma de prevenir enfermedades en tu explotación es promover la biodiversidad y la actividad biológica de tu agro sistema, especialmente el suelo.
Para evitar el oídio procura que:
El suelo sea el mejor para el cultivo.
La tierra tenga un buen drenaje.
Las plantas tengan la adecuada ventilación y luz; también sombra pero en la correcta proporción.
Realices inspecciones oculares periódicas de tus cultivos para mantenerlas sanas.
2.- Babosas
Los caracoles y las babosas figuran entre las plagas de jardín más desagradables. Estos moluscos babosos salen de noche de sus escondites y dejan agujeros en las hojas y flores de muchas frutas y plantas suculentas.
A los caracoles y las babosas les encanta la humedad, por lo que, si usas el método de riego por goteo, las plantas no tendrán esa humedad que atrae a estos insectos.
Las babosas causan perjuicios muy diversos: devoran hojas y raíces, destruyen plantas jóvenes y manchan las plantas con secreciones mucosas, por lo que ya son inadecuadas para la venta.
En este momento no se han reportado alteraciones en las pruebas de laboratorio.
Se recomienda realizar las mezclas en un ambiente libre de químicos.